miércoles, 16 de septiembre de 2009

Ellos - Adriana Menéndez


La puerta de entrada se cierra y ellos quedan del lado de adentro. Uno prende las luces. Otro las apaga. El agobio, ese que se instala en la espalda, entremedio de los dos hombros, se vuelve silencio y el silencio se vuelve miradas y las miradas se esquivan, se escapan una de otra y, por suerte, no vuelven a encontrarse por un rato largo. Los dos, convencidos de que se han enamorado de una máscara que se cae, se vuelven a guardar, cuidadosamente. Dos corazones difíciles. Ninguno sabe qué piensa el otro mientras duerme. Hacen preguntas esperando que el otro mienta. La verdad, esa que cada uno por separado está convencido de no tener, le hubiera quitado el sentido a todo. Se creen tan distintos. Tal vez por eso nunca nada los va a separar del todo.


Tomado de: http://adriana-menendez.blogspot.com/

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