domingo, 1 de noviembre de 2009

Impacto - Sergio Gaut Vel Hartman


Se conocieron en el chat. Empezaron hablando de las cosas cotidianas, fruslerías, pero a medida que la relación avanzó se contaron intimidades y casi todas sus vidas. A la semana sabían todo lo que dos personas se atreven a revelarse y sólo faltaba que se conocieran en persona. No obstante, en el último chat, la víspera del encuentro, ella sintió que debía revelar un secreto celosamente guardado, algo que no se había atrevido a decirle para no lastimar su sensibilidad de triste dependiente de una ferretería.
—Ruperto —dijo ella—. Debo contarle algo, y no quiero que lo tome a mal: soy una mujer de letras, no empleada de una tienda.
—No importa —dijo él—. Podré soportarlo.
Pero no lo soportó. Verla caminar hacia él, toda jotas, haches y zetas, le produjo un infarto cardiaco y murió antes de poder estrecharle la mano.

Imagen: Inspiración en azul de López Ávila

2 comentarios:

Javier López dijo...

Sin palabras Sergio. Un magnífico cuento.

Esteban Dublín dijo...

A lo vel Hartman. Magnífico, como dice Javi.