lunes, 4 de enero de 2010

Maria Antonieta - Lilian Elphick


Ya no tendrán que comer pasteles, mis famélicos; aquí tienen mi cabeza. Pueden guardar la sucia peluca, si les parece, teñida de mi sangre azul. Mis ojos serán más sabrosos con una pizca de sal. El derecho tiene cataratas; el izquierdo, una pupila vengativa. Mi boca, que tantos manjares probó, seguirá gritando por mucho tiempo; no se asusten si vomita alguna lágrima de cristal o un diamante huérfano. La lengua la llevarán a la olla durante tres horas, hasta que esté blanda. Con nuez de Luis será exquisita. Les aconsejo mis trompas de Eustaquio. Verán que están recubiertas de un grueso cerumen; por este motivo no los oía. Cuando hayan vaciado los humores, ríanse. Finalmente, recomiendo el fromage de ma tête à l’ancienne.

Bon appétit!


Tomado de: http://lilielphick.wordpress.com/

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