viernes, 19 de febrero de 2010

De telenovela - Rita Vicencio



Ella me habló hecha un mar de llanto. Él la ha abandonado. Me dice que al menos si hubiese sido por una más joven podría entenderlo, pero no es así. Él la ha dejado. Sin explicaciones, sin amoríos de por medio. Simplemente se ha marchado tras dedicarle una última mirada de aburrimiento. Y me muerdo los labios por no decirle lo que hace tiempo era obvio, aunque muero de ganas por hacerlo. ¿Cómo explicarle que la emoción a su lado había terminado? ¿Cómo hablarle de lo repetitiva que se había vuelto? ¿Cómo, en pocas palabras, hacerle entender que en su afan de transformar su vida en una telenovela había acabado por perder con él su rating?

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