miércoles, 5 de mayo de 2010

Instrucciones on line - Alejandro Ramírez Giraldo


El supuesto cadáver seguía caliente. Le tomé el pulso en varios puntos y no había vida. Pero se me estaba acabando el tiempo. Volví a palpar su rostro y su temperatura estaba alta, como con fiebre. ¡Dios mío, qué había hecho mal! Saqué el celular y me conecté a internet. Busqué nuevamente la página donde se explicaba paso a paso cómo cometer un crimen perfecto pero no la hallé; tampoco la había guardado en favoritos.


tomado del blog: http://cuentominicuento.blogspot.com/

Sobre el autor: Alejandro Ramírez Giraldo

2 comentarios:

Nélida Magdalena Gonzalez de Tapia dijo...

Hola Alejandro, muy bueno el cuento. Un saludo grande. Neli ♣

Elisa dijo...

¡Buenísimo!