lunes, 23 de agosto de 2010

Cinturón de castidad - Antonio Cruz


Cuando partió a las cruzadas, Sir Arthur entregó al abad la llave del cinturón de castidad de Lady Laura.
Su sorpresa fue mayúscula cuando, a pocas horas de dejar atrás su castillo, el abad, a galope furioso, alcanzó la columna de Sir Arthur para reclamarle que había dejado la llave equivocada.


Imagen: From presqu'ile de Camaret de Anna-Maija

6 comentarios:

Laura dijo...

jajjaa, claro, hay que tener, no cualquiera, sino la que abre. Me gustó, el nombre es pura coincidencia

Unknown dijo...

Muy buen micro de humor, Antonio. Felicitaciones

Víctor dijo...

Ingenioso y con gracia.

Un saludo.

Ogui dijo...

En tan pocas palabras, un montón de historias... buenísimo Antonio!

Javier López dijo...

Espectacular hiperbreve, Antonio.
Como dice Ogui, por ser "lector privilegiado", ya lo había leído antes, me encantó y lo hubiera seleccionado con todo gusto. Oriana me ganó por la mano.

En los Esteros dijo...

Gracias a todos por los comentarios. De verdad eso me impulsa a seguir escribiendo. Un abrazo sincero.